Descripción
La única expedición mexicana a Chiapas llevada a cabo durante los años románticos y aventureros de la arqueología fue la de Enrique Juan Palacios. En un México que se recuperaba de su Revolución, la exploración del territorio era indispensable. Arqueología, etnografía, historia y crónica de viaje describen el Estado, la costa, la capital, las tierras altas, los llanos y la selva mediante un sinfín de datos que nos dan una idea de la vida chiapaneca de aquellos años. Progreso y tradición, los ferrocarriles, las costumbres decimonónicas de Comitán, los primeros automóviles o las fincas de la Revolución no pudo eliminar nos muestran la diversidad, la interculturalidad de la zona. El descubrimiento de la ciudad maya de Poco Uinic en aquel momento, el primer sitio maya descubierto por mexicanos. La estela tres del mismo sitio que permitió ajustar el calendario maya con el nuestro. Cantidad de sitios menores que nunca se han vuelto a explorar y, sobre todo, un registro fotográfico envidiable superior a las100 instantáneas. Circunstancias políticas e históricas erosionaron la memoria de tan importante exploración. Es ahora cuando el lector tiene la oportunidad de redescubrir la auténtica ciencia mexicana de la revolución, con sus aciertos y sus errores, base de nuestro quehacer científico moderno.