Descripción
Situada en el extremo noreste del Altiplano Central, Cantona es el nombre de una de las ciudades más grandes y complejas del México prehispánico. Emerge del agreste malpaís como si los derrames lávicos hubieran adquirido vida y sus contorsiones adoptaran formas y disposiciones arquitectónicas motu proprio. Difícil es, a simple vista, distinguir en ese paisaje fantasmagórico lo que hizo la naturaleza y lo que trasformo el ser humano para convertirlo en sede de una de las sociedades estatales más complejas y longevas en nuestra historia. Más que un simple asentamiento extenso, más que una ciudad, Cantona fue una metrópolis, con todo el sentido actual de la palabra, y el centro rector regional en el extremo oriental del Altiplano, desde al menos el año 300 a. C. hasta el 950 d.C.
La acrópolis de Cantona es el primer libro que explica el Proceso de desarrollo de s estructura urbana, desde las primeras evidencias del asentamiento hasta su abandono tomando como ejemplo el centro cívico-religiosos más importante de la ciudad. Para ello, la autora analiza las características urbanoarquitectónicas así como el entorno natural, de los que derivaron la producción de alimentos, artefactos líticos y cerámicos, y los compara con los de otras sociedades contemporáneas, principalmente de la región del Bajío, para construir interesantes hipótesis sobre la identidad étnicocultural de los habitantes y constructores de Cantona.