Descripción
Durante la etapa final del Clásico (600-900 d.C.), en el centro de Veracruz se crearon representaciones que transmitían gran realismo a partir de la maestría en el modelado de la arcilla. Ello puede observarse en este personaje, que porta los atuendos característicos del dios Tláloc, como las anteojeras que le cubren gran parte del rostro. Expresa una actitud de serenidad. Además, porta un tocado integrado por una serie de bandas rectangulares y singulares protectores en rodillas y pies.