Descripción
Durante el Posclásico, en Mesoamérica fueron comunes las representaciones de este tipo de personajes, que han sido asociados con el sol vespertino. También se los relaciona con el dios del maíz y la vegetación. Este singular recipiente fue depositado a manera de ofrenda en las ruinas del Templo VI de Dzibanché, ciudad localizada en el sur del actual estado de Campeche.